En julio de 1936 comenzó la Guerra Civil española                         en la que las tropas fascistas del general Franco, apoyadas                         por el régimen nazi alemán y fascista italiano                         se alzaron contra el gobierno de la República. Casi                         inmediatamente se produjo un movimiento de solidaridad por                         todo el mundo que llevó a un gran número de                         personas a inscribirse en las Brigadas Internacionales que                         luchaban a favor de la República. 
                   
                  Más                         de 1.400 austriacos entraron a formar parte de las Brigadas                         Internacionales y lucharon en todos los frentes bélicos                         de España. Entre ellos había comunistas, socialistas,                         sindicalistas, etc. Más de 300 perdieron sus vidas                         luchando por la República española o, posteriormente,                         luchando contra el régimen nazi como miembros de                         los ejércitos aliados o en los campos de concentración. 
                   
                  Los                         brigadistas de lengua alemana, después de algunas                         reorganizaciones, fueron integrados, junto con los holandeses                         y escandinavos, en la XI Brigada, que desde julio de 1937                         estaba formada por los batallones “Edgar André”,                         “Hans Beimler”, “Thälmann”                         y “12 de Febrero”. Un gran número de                         austriacos lucharon en otras unidades diferentes. En conjunto,                         aproximadamente 260 voluntarios austriacos murieron en acción. 
                   
                  En                         septiembre de 1938, el gobierno de la República se                         vio obligado a desmovilizar las unidades de las Brigadas                         Internacionales, debido a las presiones de la Liga de Naciones.                         Después de un desfile de despedida en Barcelona,                         las tropas internacionales abandonaron España. Cuando                         a finales de enero de 1939 las tropas franquistas se acercaban                         a Barcelona, los brigadistas que aún quedaban en                         Cataluña fueron nuevamente movilizados, aunque este                         segundo proceso acabó con el cruce de la frontera                         franco-española. 
                   
                  Con                         el final de la guerra, en abril de 1939, más de 500.000                         republicanos españoles y todos los brigadistas internacionales                         se refugiaron en Francia. Posteriormente, después                         de la ocupación alemana, según una ordenanza                         de Heinrich Himmler, Reichsführer SS y Jefe de la Policía                         alemana, todos los brigadistas (Spanienkämpfer) detenidos                         debían ser transportados a campos de concentración;                         también los republicanos españoles debían                         sufrir la misma suerte. El primer gran transporte con Rotspanier                         llegó el 6 de agosto de 1940 al campo de concentración                         de Mauthausen. 
                   
                  Sobre                         todo entre 1940 y 1941 los republicanos españoles                         y los brigadistas internacionales fueron enviados a Mauthausen                         y Gusen. Durante esos años, la mayoría de                         los detenidos fueron ejecutados, por lo que muy pocos republicanos                         españoles sobrevivieron a los campos. Tras la liberación,                         muy pocos republicanos españoles pudieron regresar                         a sus casas, y la mayoría se asentó en Francia,                         aunque también en Austria. 
                   
                  En                         total, 458 brigadistas austriacos fueron internados en diferentes                         campos de concentración: la mayoría en Dachau                         (384), donde las oportunidades de supervivencia eran superiores                         a Mauthausen o Gross-Rosen. Más de 80 voluntarios                         austriacos murieron en los campos de concentración                     o en las instituciones de eutanasia.  | 
              
              
                
                  En 1995 un grupo de antiguos miembros de las Brigadas Internacionales                         y sus familias fundaron una organización, destinada                         a mantener las relaciones con los republicanos españoles                         emigrados a Austria, y mantener viva la memoria de esos                         republicanos y de los brigadistas caídos durante                         la Guerra Civil española.
                   
                  El monumento recuerda a los voluntarios austriacos que lucharon                         en las Brigadas Internacionales, durante la Guerra Civil                         española. Según las últimas investigaciones,                         realizadas en el Dokumentationsarchiv des österreichischen                         Widerstandes, en España lucharon unos 1.500 austriacos,                         de los cuales 260 cayeron luchando y 84 murieron en los                         campos de concentración o luchando contra el dominio                         nacionalsocialista.
                   
                  El 1 de noviembre de 1995 fueron instaladas dos columnas                         con la inscripción “Por la libertad de España                         y Austria 1936-1939” (Für Spaniens und Österreichs                         Freiheit 1936-1939), que contenía 264 nombres de                         los austriacos caídos en España. El discurso                         conmemorativo lo realizó el representante de la Unión                         de Voluntarios austriacos en la República de España                         y los Amigos de la España Democrática (Vereinigung                         österreichischer Freiwiliger in der Spanischen Republik                         und der Freunde des demokratischen Spaniens) Hans Landauer.                         En mayo de 1995, esta organización puso una placa                         conmemorativa en el Memorial de Dachau por 46 voluntarios                         austriacos que allí murieron, y en el memorial de                         Mauthausen una por 38 voluntarios austriacos que murieron                         en los campos de concentración de Mauthausen, Auschwitz,                         Gross-Rosen y Flossenbürg.
                  
                   Contacto
                  
                  Denkmal                         für die österreichischen Spanienkämpfer 
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                  Zentralfriedhof Tor 2 Gruppe 28/Reihe 42 
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                   http://www.nachkriegsjustiz.at/vgew/1110_simmeringerhauptstrasse.php |