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Memorial del campo de concentración de Leonberg

Desde la primavera de 1944 hasta abril de 1945 existió un puesto exterior del campo de concentración de Natzweiler (Alsacia), dirigido por las SS. En el campo hubo presos procedentes de 24 países europeos, principalmente de Polonia, la Unión Soviética, Francia, Hungría, los Balcanes y Alemania.

Estos presos eran alojados en chozas, y eran casi exclusivamente empleados en la Presswerk Leonberg, una ramificación de la compañía Messerschmitt AG, basada en Augsburg.

En abril de 1945, la maquinaria de esta factoría fueron trasladadas y el campo fue eliminado, debido a la proximidad de las tropas francesas. Una fosa común, en Blosenberg, donde eran enterrados los presos muertos, fue todo lo que quedó. La mayoría de los presos morían debido a las catastróficas condiciones de trabajo y de encarcelamiento.

Muchas personas de Leonberg intentaron ignorar la existencia del campo, y miraban hacia otro lado cuando los presos eran golpeados por las calles. Sin embargo, unos pocos habitantes los ayudaron, arriesgándose a sufrir las draconianas mesuras que se aplicaban por estas acciones.

El campo de concentración de Leonberg fue construido para ofrecer mano de obra rápida y barata a la industria de armamentos. Debido a los ataques aéreos que llevaban a cabo las tropas aliadas, los nazis trasladaron muchas instalaciones industriales a centros subterráneos. Por eso, el Engelbergtunnel fue clausurado al tráfico y cubierto. La empresa Messerschmitt producía, en aquellos momentos, alas para el avión de caza ME 262, en aquellos dos túneles; estos aviones a reacción formaban parte de las Wunderwaffen (“armas milagrosas”), que muchas personas consideraban como la única opción para conseguir una victoria final.

Una gran parte de los presos procedía del campo de concentración de Dachau y sus puestos exteriores, otros de los campos y subcampos de Auschwitz, Flossenbürg y Sachsenhausen. Mucha gente de los campos de concentración fueron víctimas de la persecución debido al clima racista que prevalecía, o fueron encarcelados por sus opiniones políticas o religiosas diferentes a las del régimen. Por ejemplo, en Leonberg hubo un gran número de judíos y de gitanos.

En la primavera de 1944, había algunos cientos de personas en el campo de Leonberg, aunque hacia el final de la guerra acomodaba a más de 3.000 hombres. Los prisioneros eran conducidos al trabajo en los Engelbergtunnel, día y noche, donde debían realizar jornadas de 12 horas al día, siete días por semana. Pequeños grupos de presos eran empleados en otras tareas, como la eliminación de bombas sin explotar de los ataques aéreos, realizar trabajos de construcción, trabajos en canteras y túneles, etc.

A partir de diciembre de 1944, los prisioneros sufrieron unas catastróficas condiciones y enfermedades como tifus, causadas por la superpoblación, malnutrición y las insuficientes condiciones sanitarias. Se ha comprobado que en Leonberg se produjeron 389 muertes de prisioneros. Pero también se ha concretado que murieron muchas más personas, la mayoría de debilidad, enfermedades, etc., que fueron deportados a otros campos de concentración y exterminio para su eliminación, especialmente a Dachau y Bergen-Belsen. Sólo tres presos fueron ejecutados en Leonberg, y otro más fue asesinado “cuando intentaba huir”.

Pocos días antes de que las tropas francesas llegasen a Leonberg, los 2.700 presos supervivientes fueron obligados a iniciar una “marcha de la muerte” hacia Baviera, en la que muchos murieron.

Desde julio de 1944, hubo un campo de la Gestapo al otro lado de la ciudad de Leonberg, cerca del distrito del hospital, en un barracón de artillería antiaérea, que sólo estaba parcialmente acabado. En este centro fueron alojados más de 200 policías holandeses presos. Estos presos eran supervisados por el jefe local de la gendarmería, que actuaba siguiendo las instrucciones de la Policía de Seguridad. Los presos eran empleados en diferentes empresas de construcción de la zona.

Otros grupos más pequeños fueron creados en la zona, en relación con la producción de armas de la empresa Messerschmitt. Esto creó un pequeño ejército de personas, especialmente empleados alemanes, guardias y mano de obra extranjera, que debía ser acomodada en la ciudad: de los 14.000 habitantes, más de 6.000 eran de fuera. Por eso, Leonberg fue considerada una ciudad bajo el dictado de las armas.
 
La creación del memorial


La finalidad de la iniciativa del Memorial de Leonberg (KZ-Gedenkstätteinitiative Leonberg e.V.) es preservar la memoria del campo de concentración mediante los contactos con antiguos prisioneros, la investigación y la divulgación de la historia del campo y del trabajo forzoso, y preservando los sitios históricos concretos, especialmente el Engelbergtunnel. Con esta finalidad nació la Iniciativa, en 1999.

Para llevar a cabo estas actividades, el Memorial cuenta con visitas guiadas para grupos y clases escolares por un recorrido denominado “el sendero de la memoria”, que recorre los diferentes emplazamientos de los lugares históricos. También dispone de una película sobre los supervivientes del campo y un libro sobre el campo y los trabajadores forzosos del mismo.

La memoria del campo de concentración y de los trabajos forzosos que se llevaron a cabo en Leonberg ha llevado, en el transcurso de los años, a unificar una serie de sitios de la memoria, con un recorrido unificado. La razón de esta dispersión radica en la historia especial de la ciudad en el último año de la guerra, en la que Leonberg se convirtió en un centro de producción bélica de primer orden. Por eso, no existe únicamente un sitio de recogida, sino una serie de centros que agrupan una serie de centros conmemorativos.

En 2001 se inauguró el “sendero de la memoria”, que incluye seis zonas: el cementerio de Seestrasse (cementerio del campo de concentración), la Fundación Samariten (subcampo del campo de Natzweiler, creado en diciembre de 1944 para los recién llegados), la Iglesia Blosenberg (con los nombres de los presos que murieron en Leonberg), Fliederstrasse/Seestrasse (subcampo de Natzweiler, creado en abril de 1944 para los “veteranos”), el túnel del Engelberg (centro de producción de Messerschmitt), la factoría Presswerk y Blosenberg (antigua fosa común).

En noviembre de 2003, el archivo municipal de Leonberg, en una iniciativa conjunta con el Memorial del campo, llevó a cabo la publicación de un libro referido a los trazos del campo de concentración de Leonberg y el trabajo forzoso, centrado especialmente en esta compleja situación, y que recoge una serie de rutas que se pueden hacer en esta zona.

El Museo de la ciudad de Leonberg tiene una zona especialmente dedicada al campo de concentración y al trabajo forzoso, que ofrece un espacio de punto de información sobre el mismo. En una enorme fotografía aérea de la zona, se muestra la ubicación de los dos campos de concentración, la distribución de la localización de las empresas conectadas (directa o indirectamente) con el consorcio de producción de armamentos de Messerschmitt, etc.

En los paneles explicativos, el visitante recibe información sobre diferentes aspectos del tema: el sistema de campos de concentración en la fase final de la guerra, el trabajo forzoso en la industria de armamentos, los detenidos y sus condiciones de vida y de trabajo, la evacuación de los campos, la “marcha de la muerte”, etc.

Para mejorar la visita a un Memorial de un campo de concentración nacionalsocialista, es de mucha utilidad que los escolares no lo vean como una simple excursión, sino que debería ser integrada en el núcleo de las lecciones. Las visitas deben profundizar en el conocimiento histórico de los alumnos y extender y contribuir así en la conciencia histórica individual. Para lograrlo, la visita al memorial debe ser preparada con los materiales que se ofrecen dentro del trabajo de conjunto del centro. Para conseguirlo, el Memorial proporciona diversos materiales, especialmente interesantes.

Ese material permite preparar a los alumnos para tener información sobre el sistema de campos de concentración y sobre Leonberg y sus alrededores. En el transcurso de la visita, los alumnos reciben una gran cantidad de nueva información e impresiones, que no pueden ser asumidas únicamente en un proceso tan limitado, y por eso es importante preparar esas visitas de forma metódica.

El Memorial de Leonberg es interesante, tanto para los alumnos como para los profesores, por diversos motivos. En primer lugar, porque el memorial es una forma clara de reconocer la vida diaria de los presos, su llegada al campo, la evacuación, etc., y comprender que era imposible que la población civil no tuviese noticia de las actividades del campo. Por tanto, la población no podía esconderse tras el argumento de que no se sabía nada.

El material elaborado por el Memorial se centra intensivamente en la historia del campo de concentración, particularmente en los informes proporcionados por los supervivientes y sus destinos individuales, experiencias, cómo afectaron esos años al resto de sus vidas, etc. Ya que la mayoría de los presos tenían entre 15-16 años en el momento de ser internados, los alumnos (que tienen edades similares) pueden asumir más fácilmente su posición.

También se hace un repaso extensivo a la historia del nacimiento del memorial, su trabajo y las dificultades a las que se ha tenido que enfrentar, los primeros contactos con los supervivientes, etc. Todo esto, enriquece la visita al campo de Leonberg.

En mayo de 2005, en el 60 aniversario de la liberación, el Memorial del campo de concentración erigió un muro con los nombres, en el lugar del trabajo forzoso, en el antiguo Engelbergtunnel, en el que se inscriben los nombres de los 2.892 prisioneros del campo conocidos y los 16 prisioneros de la Gestapo. Así se conmemora a los más de 4.000 presos y trabajadores forzosos que pasaron por el campo.

Contacto

KZ-Gedenkstätte Leonberg
Seestrasse/Stadtmuseum Pfarrstrasse 1
71229 Leonberg
www.kz-gedenkstaette-leonberg.de